
Muestras del Poemario

CASA DE JENGIBRE
El mundo y las cosas de este mundo
aparentan belleza, pobres inocentes,
como niños detrás de un caramelo,
como niños peleándose por el dulce,
no se dan cuenta que es veneno disfrazado,
mientras se tambalean en el juego, sus cuerpos van muriendo,
mientras sigan jugando en la casa de jengibre,
más cerca están de la hoguera, festín de brujos.
Pasan el tiempo comiendo de sus paredes,
mientras más sigan comiendo
se notarán sus grietas oscuras,
pues sólo oscuridad hay detrás,
pero cuanto más sigan comiendo
la casa caerá y se llevará consigo a ustedes.
Hombres y mujeres de este mundo,
viven comiendo el veneno
como almas en pena
muertos en vida.
Dejen sus muertos atrás,
La vida comienza
Miren, observen y llénense de fuego
Vida renovada
Sin dejar de ser niños
Porque de los tales como ellos
Es el nuevo mundo.
El mundo y las cosas de este mundo
aparentan belleza, pobres inocentes,
como niños detrás de un caramelo,
como niños peleándose por el dulce,
no se dan cuenta que es veneno disfrazado,
mientras se tambalean en el juego, sus cuerpos van muriendo,
mientras sigan jugando en la casa de jengibre,
más cerca están de la hoguera, festín de brujos.
Pasan el tiempo comiendo de sus paredes,
mientras más sigan comiendo
se notarán sus grietas oscuras,
pues sólo oscuridad hay detrás,
pero cuanto más sigan comiendo
la casa caerá y se llevará consigo a ustedes.
Hombres y mujeres de este mundo,
viven comiendo el veneno
como almas en pena
muertos en vida.
Dejen sus muertos atrás,
La vida comienza
Miren, observen y llénense de fuego
Vida renovada
Sin dejar de ser niños
Porque de los tales como ellos
Es el nuevo mundo.
JESÚS ES PARA MÍ
Jesús es para mí, el desencanto de una mentira,
el acabose de un linaje ilegítimo,
era huérfana y no lo sabía.
Jesús es para mí la confrontación,
la luz que descubrió mi imperfección.
Jesús es para mí el descanso,
luego de años de camino en mis sueños oscuros.
Jesús es la eliminación,
de despojos sembrados en los huecos de mi alma.
Jesús es el pare
de una carrera en medio del cementerio,
es el que cargó con mi cuerpo cansado,
me arropó entre sus vestiduras,
me dio alimento de palabras,
y me condujo al que tenía
el anillo de mi auténtico linaje.
Jesús es el que me dejó caer de sus brazos,
para caer en los brazos de mi verdadero Padre.
CEMENTO Y FIERRO
Cemento y fierro débilmente me sostienen,
mas mi espíritu firme e inquebrantable,
sufre y aguanta el desgarre de la acción espontánea,
del visitante amigo y el extraño.
Limpia y sin mancha al principio creía,
vacía, ni vivencia una muerte segura.
Extraños, amigos, despojan sus pensamientos,
sin intención hieren o imprimen
cambiando mi forma.
Engañados son sin notarlo,
soy conjunto de experiencias
de un pasado que se utiliza y se olvida.
Mi memoria capturó las miles caras,
yo fui un producto de descargos, de iras y cariños.
Ahora soy persona de espíritu vivo,
que soporta, que aguanta y cicatriza.
Yo soy resumen contenedor,
somos todos afectados, todos parecidos,
cemento y fierro,
paredes de distinto origen
con distinto espíritu.
1 comentarios:
hola, me parece bonito tu poemario.
Felicitaciones!
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